El café Arábica, una especie cultivada en diversas zonas tropicales, es particularmente destacado en países y regiones como Centroamérica, Colombia, Perú, Brasil y algunos países de África. Este arbusto perteneciente a la familia de las rubiáceas es originario de Etiopía y se caracteriza por su facilidad de cultivo y adaptabilidad a diferentes climas, creciendo a altitudes que van desde los 500 hasta los 2400 metros.
El café Arábica es apreciado por su aroma y suavidad en el paladar, con notas afrutadas, florales, achocolatadas y acarameladas. Presenta un cuerpo ligero, una textura suave y sedosa en la boca, proporcionando una experiencia gustativa refinada.
Los árboles de café en estado salvaje pueden alcanzar hasta casi diez metros de altura, pero en los cultivos se suelen mantener a menor altura para facilitar la recolección de los frutos.
